miércoles, 2 de septiembre de 2009

Última Etapa. Día 26/08/2009 Valencia- Los Angeles


Pues ya estamos en la última etapa de "nuestra ruta 66". Nos hemos hospedado en un hotel llamado "Ocean Lodge" en Santa Mónica, la mítica playa que sale en las películas con su muelle, la noria y la montaña rusa...



Por lo que hemos visto y visitado de ésta enorme ciudad -en la que la gente conduce como le da la gana, por cierto- la verdad es que siendo imparciales, Los Angeles como ciudad es horrible. Probablemente, es la más fea en la que hemos estado desde que comenzamos el viaje. Las calles están poco cuidadas, la gente es sospechosamente peligrosa a partir de una determinada hora y lo único que hay es restaurantes de comida rápida en cada esquina y gasolineras...

Eso si, las playas de Santa Monica y Venice Beach son una auténtica pasada. Amplias, limpias y con paseos kilométricos para disfrutar de las mismas. En la primera de ellas es donde al parecer comenzó a producirse el fenómeno del culto por el cuerpo; "Muscle Beach" reza en un cartel a la entrada de la misma por el muelle. La segunda está llena de tiendas y chalets a pie de playa...




Pero aparte del evidente atractivo de sus playas, algo que nos atraía también era el tema Hollywood y Beverly Hills, Rodeo Drive, etc...y no ha sido sino una solemne decepción.



El "Walk of Fame" (donde están las estrellas en el suelo) es una calle sucia y poco cuidada, el teatro Kodak - donde se celebran los Oscar- tiene una fachada enana y sin ningún atractivo y el teatro chino de al lado no tiene más que 4 baldosas con huellas de algún que otro famoso. En definitiva, podríamos decir que Hollywood se lo ha montado estupendamente para dar publicidad a "esto". Esperábamos un poco más de "glamour" y elegancia en estos entornos...



Al margen de todas estas decepciones, Mulholland Drive, un monte al que puedes subir a ver panorámicas de la ciudad ha sido espectacular. Las vistas que se observan desde sus miradores son una auténtica maravilla para los amantes de los "skylines".





Nosotros hemos acabado en un parque de adiestramiento para perros en el que en la entrada había un cartel que ponía: "peligro, serpientes de cascabel"...a alguno se le pusieron los pelos como escarpias...




Al día siguiente, y tras la celebración cumpleañera de Miguel y darnos un chapuzón a las tantas en el Pacífico, hemos optado por pillar unas bicis para dar una vuelta por el paseo de la playa y después alquilar una tabla de surf para pillar o "chapotear" en alguna ola, por cierto, bastantes decentes por estas latitudes...

Hemos conocido bastante gente saliendo de bares. Da la impresión de que por aqui las personas son más abiertas que en el resto de los sitios que hemos estado. Incluso coincidimos con unos que estaban celebrando un cumpleaños- gracias a todos por vuestros consejos acerca de Los Angeles, Brock y compañia-. Incluso nos ha dado tiempo a que a uno de nosotros le parase la policía por saltarse un semáforo en amarillo...sin mayores consecuencias al ver que eramos extranjeros...




Aquí acaba nuestro periplo por tierras norteamericanas. Nos llevamos buenísimos recuerdos de todo el viaje, y aunque ahora mismo no somos conscientes de todo lo que hemos hecho y vivido condensado en 21 días, el tiempo nos dará la perspectiva adecuada para darnos cuenta de que éste viaje ha sido grandioso, increíble, épico; y que lo recordaremos toda nuestra vida con enorme cariño...


Farewell U.S.A.!!!












P.D: Algún tal Samuel L. Jackson no duerme hoy por habernos conocido...